¿Y si lo que te bloquea no es lo que te falta, sino lo que te exiges?
Volver a mí, sin juicios ni disfraces
Este es un espacio para mujeres que emprenden con el alma en la mano… y a veces con el corazón a punto de rendirse. Porque sí, también me pasa que dudo, me freno y me pierdo dentro de mí misma.
Este artículo nace como respuesta a una súplica interna de mi alma: volver a mí, a mi verdad, a lo que soy cuando no me exijo perfección. Nació en el momento en que dejé de ponerme excusas... y comencé a priorizarme.
Si algo de esto toca una parte tuya que habías callado u olvidado, quédate cerca. Ya estás de regreso. Esto también es una dosis de tu propia medicina. Y como regalo para ti, también puedes escucharlo en Spotify, Apple Podcasts o YouTube para dejar que cada palabra te llegue aún más profundo.
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Belleza, sí… tú
Tú, que sabes que viniste a hacer algo grande. Tú, la que guarda en su pecho ideas hermosas, proyectos sagrados y sueños que aún no han visto la luz… pero que ya arden por dentro.
Yo soy tu Loca interior. Esa parte tuya que no se ata a los resultados, que no vive de la aprobación. Soy la que salta sin garantías. La que confía en lo invisible. La que se atreve porque así lo siente.
Tú sabes mejor que nadie cuán valioso es lo que llevas por dentro. Sabes que tu intuición te ha estado hablando bajiiiito, pidiéndote que te sueltes, que dejes de pensar tanto, que te lances, aunque eso que tienes en mente aún no esté perfecto.
La presión invisible del perfeccionismo
Porque sí, mi reina… Sé que a veces lo piensas tanto y tanto, que ya estás cansada antes de empezar. Que sientes los párpados pesados, la mente saturada y el corazón agobiado por esa presión invisible de tenerlo todo bajo control, absolutamente todo… perfecto.
Sé que a veces dices cosas como:
“Todavía no he terminado el contenido que quiero compartir.”
“Quizás debería esperar a tenerlo todo más claro antes de mostrarlo.”
Y esas frases se repiten dentro de ti más bajito, pero igual de pesadas… como mantras del miedo disfrazados de lógica:
“Ya lancé mi proyecto, pero no sé cómo atraer más clientes.”
“Tal vez necesito que todo luzca más profesional antes de volver a publicar algo.”
Aunque te hayas perdido un poco… aquí estás
Sé que te has detenido porque no sabías por dónde empezar. Porque parecía demasiado trabajo. Porque sentías que ofrecer algo incompleto era injusto. Y sí, también sé que piensas que ya 'perdiste tu momento', que otras van más rápido, más lejos, más perfectas.
Sé que a veces te castigas por haber desaparecido, como si eso borrara tu valor. Pero aunque te hayas perdido un poco en el camino, aquí estás. Y eso basta.
¿Qué pasaría si te dijera que eso ya no es necesario? ¿Que puedes avanzar sin tener todas las respuestas? ¿Y si tu comunidad no necesita que seas perfecta, sino simplemente… presente?
Lánzate, aunque no esté perfecto
Tú misma lo sabes: cuando enseñas, cuando ayudas, cuando canalizas… te sientes viva, entera, reina.
Entonces lánzate. No esperes a tener todo tu contenido listo. No esperes a que el miedo se vaya. No esperes a sentirte completamente segura para comenzar.
Empieza con lo que tienes.
Empieza con lo que te quema por dentro.
Empieza por ti.
Porque cuando tú te mueves, se encienden las luces, se abren las puertas, se crean nuevos caminos… e inspiras a otras mujeres que como tú, están emprendiendo desde el alma.
Eres más que tu título profesional
No eres solo una diseñadora, coach, mentora, artista, educadora o dueña de una tienda en línea. Eres alma, canal, fuego creativo. Una mujer con visión, pero también con heridas, con pausas, con dudas.
No importa el título o la forma que tome tu misión… lo que llevas dentro también necesita ser expresado.
Tú eres medicina. Tú eres guía. Tú eres espejo para otras que aún no se atreven a verse.
La voz que vuelve después de desaparecer
Sí, mi amor… vas a cometer errores. Vas a fallar en algo. Vas a sentir que te tardaste mucho en volver.
Pero no pasa nada. Esto no es una competencia. Es una aventura del alma. Y tú estás aquí para gozar el camino, no para ganarte una medalla de oro por hacerlo perfecto.
Sé que te juzgas por las veces que has desaparecido. Que te has sentido avergonzada por no cumplir con tu propio calendario. Que te has castigado por no grabar, por no lanzar, por no publicar.
Y aún así, cada vez que vuelves… tu comunidad te recibe con amor. Porque tu luz no depende de cuántas veces lo hiciste mal, sino de cuántas veces decidiste volver a ti.
¿Y si hoy confiaras por completo?
Hazte esta pregunta:
Si hoy pudieras confiar 100% en el universo… ¿qué harías sin pensarlo dos veces?
Haz eso.
Hazlo ahora.
Hazlo aunque no sepas cómo termina.
Porque el puente aparece cuando caminas. Y tú, reina de fuego… sabes que lo que llevas dentro es demasiado valioso para seguir escondiéndolo.
Toma tu alma. Toma el micrófono. Toma el camino.
Ya estás más que lista.
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Gracias por leer, por sentir, y por volver a ti.
Porque a veces, lo único que necesitas… es una dosis de tu propia medicina.
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